Escribo desde Madrid donde se está llevando a cabo la tercera versión de las Jornadas AEOS, evento organizado por la Fundación BBVA y la Asociación Española de Orquestas Sinfónicas (AEOS). No había podido asistir a las anteriores jornadas, realizadas en 2010 y 2012, pero este año, al ver el programa, la verdad es que fue irresistible la tentación de tomar un avión, cruzar el Atlántico y venir a conocer de primera mano lo que están haciendo varios colegas del mundo orquestal para, como muy bien lo dice el título de estas jornadas, abrir puertas.
Las jornadas tienen como propósito reunir a actores del mundo orquestal español para reflexionar de manera conjunta acerca de temas generales que impacten al sector orquestal.
En esta versión de las jornadas el enfoque está en dos líneas gruesas: las iniciativas digitales y en nuevas maneras de llevar las relaciones y comunicaciones al interior de las orquestas. El día de ayer miércoles 12 de noviembre estuvo dedicado a las iniciativas digitales. Para ello, las jornadas invitaron a Douglas McLennan, fundador de artsjournal.com a abrir las jornadas con una presentación impecable acerca del impacto que tiene el mundo digital en las organizaciones. Me parece difícil resumir una presentación tan grande y llena de ideas pero, para efectos prácticos de este blog, lo intentaré. Si hubo algo que me llevé como idea general es que la tecnología transformó al mundo y transforma, así uno no lo quiera, a las organizaciones. De esta idea general, acuñada más por mí que por McLennan, sí se desprende la siguiente idea práctica que enmarcó muchos de los puntos de su presentación: al introducir iniciativas tecnológicas en una organización, la cultura organizacional debe cambiar para que éstas funcionen. La tecnología, como lo resumió el conferencista, conecta, refuerza o intensifica las experiencias y permite hacer pruebas, experimentos y medir los resultados.
A lo largo de su presentación, McLennan hizo énfasis en cómo las relaciones del público con las organizaciones cambian pues la tecnología transforma sus expectativas y sus necesidades. Y quizás el punto más importante para todos los que trabajamos en este sector en organizaciones que buscan la perfección -un punto que además fue reforzado por otros conferencistas en otras sesiones- es que las organizaciones deben estar dispuestas a fallar. ¿Para qué? Para aprender, corregir y avanzar. Eso sí, deben fallar rápidamente, de manera económica, con frecuencia y aprender constantemente de ello.
Después de este abrebocas gigante, continuó el día con dos bloques de conferencias y discusiones, uno dedicado a empresas y proyectos tecnológicos que han penetrado al mundo de la cultura, en particular al mundo orquestal. Entre los expositores estaban representantes de Bachtrack.com, medici.tv, Phenicx y Sibhack. Pero quizás la intervención más intersante de este bloque fue la de David Peralta, un violinista español radicado en Holanda pero también un entusiasta promotor del uso de las redes sociales para conectar a las orquestas con su público y a las orquestas al interior de ellas mismas. Los puntos que expuso Peralta no son novedosos, ciertamente no en 2014 cuando las redes sociales son ya una presencia permanente en nuestro diario vivir. Son novedosas en un sector cultural que es más bien conservador, que en Europa -y en España en particular- está sufriendo por los recortes en los presupuestos públicos y que de muy buena fe cree que el solo hecho de ser el sector que mantiene viva la música de los grandes compositores basta para justificarse a sí mismo. Peralta, creo yo, excede sus expectativas un poco al conferir a las redes sociales el poder de encontrar a través de ellas nueva financiación que supla los recortes hechos en los presupuestos públicos. Sin embargo, creo que está en lo correcto al decir que las redes sociales están teniendo un papel visible y casi que tangible en la formación de un tejido social en torno a la misión de nuestras organizaciones culturales y esa visibilidad sí termina teniendo un impacto en la manera como una orquesta, un teatro o una compañía de danza justifica su existencia y su impacto en la sociedad.
La sesión de la tarde fue quizás la más inspiradora. Representantes de la Philharmonia Orchestra (Londres), la New World Symphony (Miami) y la Sinfónica de Detroit presentaron sus desarrollos en el mundo digital y hablaron de la manera como éstos se dieron en sus organizaciones y del impacto que han tenido. Las iniciativas son demasiadas como para incluirlas en esta entrada pero basta con decir que sí las han hecho, que el impacto es tangible y que yo me sentiría orgulloso de haber desarrollado cualquiera de las iniciativas presentadas por ellos - ¡qué impresionantes! Tengo que resaltar, porque es ciertamente admirable y ayer lo corroboré, lo que está haciendo la Sinfónica de Detroit. Como muchos sabrán, la orquesta estuvo detenida por una huelga durante muchos meses, producto de negociaciones laborales que generaron terribles consecuencias para la organización. La orquesta perdió músicos, generó muy mala prensa por los conflictos internos que terminaban en el ojo de los medios y, en fin, pasó a ser una víctima más de la crisis económica de Detroit. El hecho es que casi de manera inmediata, al salir de la huelga y reiniciar labores, la orquesta decidió emprender una iniciativa digital guiada por un objetivo claro que, de acuerdo con Scott Harrison, vicepresidente de desarrollo y relaciones externas de la orquesta, ha permitido tener un norte a la hora de tomar las decisiones necesarias en esa dirección. El objetivo de la orquesta es 'ser la orquesta más accesible del planeta'. Para ello, han desarrollado una estrategia digital que le permite a cualquier persona, en cualquier lugar del mundo, por medio de un computador, ver sus conciertos de manera gratuita.
Hoy continúa la tercera versión de las Jornadas AEOS. Basta decir que el trabajo de desarrollo digital por delante para muchas organizaciones es grandes y que este trabajo requiere inversiones estratégicas tanto humanas como financieras pero que el resultado final es un retorno en visibilidad e impacto en la sociedad - que es para lo que existimos.
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